Complemento alimenticio natural en caso de desequilibrio inmunológico.

InflaRelief Formula es un complemento alimenticio antiinflamatorio, de amplio espectro de acción. Reúne las mejores sustancias naturales favorables al equilibrio interior > (curcumina, bromelaína, gingeroles, quercetina, rutina…) al mismo tiempo que integra 3 excelentes productos patentados (Perluxan®, 5-Loxin® y Bioperine®).

¿Qué contiene el complemento InflaRelief Formula?

InflaRelief Formula condensa en una sola cápsula 12 nutrientes naturales seleccionados por sus propiedades reequilibradoras del organismo:

1. El Perluxan®, un extracto de conos de lúpulo estandarizado a un 30 % de ácidos alfa e iso-alfa (1). Los ácidos alfa (o alfa-ácidos) son entre otras cosas responsables del sabor amargo de la cerveza y facilitan su conservación mediante una actividad antibacteriana natural . A diferencia de la planta total, esta forma particular de extracto no tiene efecto estrogénico y no afecta al sueño.
2. Laortiga (Urtica dioica) en forma de extracto estandarizado. Contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario, así como al apoyo del sistema osteoarticular mediante un efecto antiinflamatorio del ácido cafeico málico (2).
3. La uña de gato (Uncaria tomentosa), estandarizada en alcaloides oxindoles. También llamada “liana del Perú”, contribuye a la estimulación de las defensas inmunitarias (3).
4. La cúrcuma (Curcuma longa) dosificada a un 95 % de curcuminoides para una mayor eficacia. Este rizoma emblemático de la medicina ayurvédica tiene propiedades antioxidantes y contribuye al mantenimiento de la inmunidad (4).
5. El tulsi o albahaca morada (Ocimum sanctum). Planta adaptógena ancestral de la medicina tibetana, ayuda a manteneruna salud física y mental óptima y contribuye a una función inmunitaria normal desarrollando una acción antioxidante (5).
6. La bromelaína. Este complejo de enzimas proteolíticos extraído del tallo de la piña tiene una capacidad extraordinaria para “digerir” las proteínas. Incompletamente degradada durante la digestión, entra en la circulación sanguínea para desarrollar una actividad sistémica (6). Los pueblos indígenas del Caribe utilizaban tradicionalmente la piña en aplicación externa para ayudar a la cicatrización de las heridas .
7. El jengibre (Zingiber officinale), en forma de extracto estandarizado en gingeroles y shogaoles. De uso milenario en el Sudeste asiático, este rizoma picante ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Uno de estos ha observado cómo el 6-gingerol interactúa con el sistema osteoarticular (7).
8. La quercetina, un flavonol presente de forma natural en varios vegetales (como la manzana o las alcaparras) y que forma parte de su arsenal de defensa (8).
9. La rutina, bioflavonoide extraído del arbusto aromático Ruta graveolens, o ruda, cuya acción es similar a la de la quercetina (9).
10. El romero (Rosmarinus officinalis), estandarizado a un 6 % de ácido rosmarínico, un potente ácido fenólico. Condimento imprescindible de la cocina mediterránea, formaba parte de la composición del Agua de la Reina de Hungría que utilizaba para aliviar sus reumatismos dolorosos (10).
11. La 5-Loxin®, extracto específico de Boswellia serrata estandarizado a un 30 % deácido acetil-ceto-beta-boswélico (AKBA). Unos estudios se han interesado precisamente en la influencia de este principio activo en los marcadores de la inflamación (IL β, IL-6, TNF- α y PGE2) (11).
12. la Bioperine®, extraída de la pimienta negra y estandarizada en piperina. Aumenta la absorción y la disponibilidad de los demás compuestos (12).

¿Qué es la inflamación crónica?

La inflamación es una respuesta fisiológica normal del organismo ante un estrés : una infección, un traumatismo, una exposición a un alérgeno… Inicialmente beneficioso, este mecanismo de adaptación tiene como objetivo acelerar la evacuación del patógeno y favorecer la curación.

Habitualmente se expresa con 4 signos: el calor, la rojez, la tumefacción y el dolor. Estos se explican por la movilización de las células inmunitarias al lugar dañado. En primera línea, los neutrófilos y los macrófagos se ocupan de neutralizar el agente causante “digiriéndolo” (proceso de fagocitosis). Si esta primera barrera defensiva no es suficiente, entra en juego una inmunidad específica, que hace intervenir, en particular, a los linfocitos B y T.

Esta respuesta inflamatoria es normalmente temporal y cesa una vez identificada la causa y resuelta. Pero en algunos casos, puede instalarse insidiosamente en el tiempo: entonces se habla de inflamación crónica o de inflamación de baja intensidad. Por lo tanto, sigue siendo el fondo de la mayoría de los trastornos a largo plazo, como la artrosis, la diabetes o incluso las enfermedades autoinmunes (poliartritis reumatoide, espondilitis anquilosante (también conocida como espondiloartritis anquilosante), psoriasis, enfermedad de Crohn…) (13).

Un buen marcador del estado inflamatorio consiste en realizar un análisis de sangre para determinar los niveles de PCR (Proteína C Reactiva). Un valor superior a 6 mg/L indica la presencia de inflamación en el organismo.