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En teoría, nuestro organismo es capaz de fabricar EPA y DHA a partir de ácidos grasos omega 3 de origen vegetal, pero estos aportes han disminuido considerablemente a lo largo de los siglos, debido a la agricultura moderna y a nuestro cambio de dieta alimenticia (3).
Además, el nivel de éxito de esta transformación ha disminuido mucho debido a nuestro consumo totalmente inadecuado de omega 6 (4). Los omega 6 son ácidos grasos mucho menos beneficiosos para el organismo, que se encuentran absolutamente por todas partes en los alimentos industriales modernos y que movilizan todas las enzimas (elongasas y desaturasas) indispensables para la conversión de los omega 3 vegetales en DHA y en EPA.
Una persona que decidiera aumentar sus aportes de ácidos grasos omega 3 de origen vegetal no notaría ninguna diferencia si ésta no reduce, al mismo tiempo y de manera considerable, sus aportes de omega 6. Sin embargo, la realidad está muy lejos de esta situación óptima, ya que nosotros consumimos de 15 a 50 veces más omega 6 que de omega 3 de origen vegetal.
En exceso, los omega 6 suplantan a los omega 3 y ocupan las membranas celulares en su lugar, lo que conduce a la formación de miles de moléculas proinflamatorias (5-6) de las que se sospecha que juegan un papel determinante en el desarrollo y la exacerbación de las enfermedades crónicas.
Esta constatación asombrosa podría corregirse con el consumo diario de pescado graso rico en EPA y en DHA. Desgraciadamente, su contaminación por contaminantes y su poca accesibilidad no permiten considerar consumirlo diariamente … Nuestros aportes reales de omega 3 de origen marino, EPA y DHA, están muy alejados de las cantidades mínimas recomendadas, e incluso más alejados de las cantidades óptimas.
La ingesta de complementos de EPA y de DHA es la solución más sencilla y más eficaz para recuperar unas membranas sanas lo más rápido posible.
La fórmula Probio Forte contiene 5 cepas de probióticos diferentes que figuran entre las especies más estudiadas por la investigación científica.
Bifidobacterium lactis (SD 5219) .
Las especies del género Bifidobacterium se utilizan desde hace varias décadas como complementos alimenticios (18) y ofrecen una perfecta seguridad de uso. Bifidobacterium lactis es conocido por su contribución al sistema inmunitario (19): varios estudios han demostrado su capacidad para disminuir el nivel de varias citoquinas implicadas en la inflamación sistémica (factor de necrosis tumoral, interleucina 10) (20), pero también para mejorar la capacidad fagocitaria y la actividad de las células Natural Killers (NK- asesinas naturales) (21).
Las especies del género Lactobacillus: acidophilus (SD 5221), casei (SD 5213), plantarum (SD 5209) y Lactococcus lactis.
Estas especies disfrutan de una gran popularidad en la comunidad científica. Además, se encuentran en los alimentos fermentados como los yogures o el kéfir. Lactobacillus acidophilus es una cepa estudiada científicamente desde hace más de 40 años: fue aislada en 1975 en laboratorios de Carolina del Sur por el profesor M. Gilliland y su equipo, a partir de una fuente humana (22). Estas cuatro especies tienen todos los efectos que se espera de los probióticos, pero tienen en particular importantes efectos antimicrobianos, especialmente debido a su capacidad para secretar ácidos orgánicos y diferentes péptidos bacteriostáticos.
A pesar del papel esencial que desempeña en el organismo, la vitamina C debe necesariamente ser aportada por la alimentación. Si bien esta molécula está naturalmente presente en algunos alimentos ricos en vitamina C, su aporte puede resultar insuficiente. El riesgo de carencia es especialmente elevado en las personas cuya alimentación no es equilibrada, las personas mayores o incluso los fumadores.
El consumo de suplementos nutricionales puede entonces resultar necesario para evitar la aparición de una carencia en vitamina C. Además, esta molécula posee un elevado potencial terapéutico.
Por ejemplo, la vitamina C se recomienda para combatir el cansancio pasajero, para reforzar el sistema inmunitario y prevenir los estados gripales y los reúmas. Para sacar provecho de las virtudes de esta molécula, ésta se ha formulado en complementos alimenticios de muchas maneras.
Entre éstas, nuestro producto “Liposomal Vitamin C” constituye la última generación de éstas gracias a un sistema de envasado innovador a partir de liposomas. Altamente absorbible y biodisponible, esta nueva forma se ofrece en cápsulas softgels, a una posología de 3 cápsulas al día. Pueden encontrar también nuestras fórmulas vitaminadas Daily 3® y Daily 6®, que contienen respectivamente 43 y 55 nutrientes diferentes, entre los que se encuentra la vitamina C.
Probio Forte es un complemento que va dirigido a la mayoría de las personas, especialmente: